Formando pequeñas formadoras

Uno de los retos que el Papa nos dejó durante su reciente visita a México es el de vivir una sólida coherencia al poner en práctica lo que creemos. Como respuesta a este desafío, instructoras encargadas de actividades educativas y formativas se reunieron en una convención en Jalisco.

La motivación principal de este encuentro fue prepararse mejor para formar a las demás, como lo dice María García, de Toluca: “me llevé muchas ideas para formar niñas y para crecer yo misma, pues no podemos decirle a alguien que tiene que hacer algo que tú no haces y no puedes dar lo que no tienes”.

Las 60 instructoras participantes desarrollan su labor de formación en los clubes juveniles, donde por el momento se benefician cerca de mil niñas en todo el país. Lucía Diez, de 18 años, es instructora de Adai y Allegra, dos clubes de Monterrey, cuyo objetivo es ser “un espacio donde se hacen diversas actividades, pero donde lo principal es la formación de las niñas en valores humanos y cristianos.”

María Julia, de 15 años y encargada de un club juvenil en Cuernavaca, sostiene que con el esfuerzo de muchas se puede cambiar la sociedad. Le ha servido esta convención para reforzar sus convicciones: “es un gran apoyo saber que no estoy sola, me di cuenta que hay muchas niñas de mi edad de distintas ciudades que compartimos los mismos ideales y tenemos el mismo objetivo”.

En la convención las instructoras recibieron clases sobre cómo usar inteligentemente las redes sociales y sobre la transmisión de valores humanos y cristianos en todos los ambientes en los que se desenvuelven, ya que ellas son ejemplo y modelo de las niñas pequeñas con las que conviven en los clubes juveniles.

Durante la convención se puso especial énfasis el valor de la amistad porque la forma de ayudar a las niñas es justamente cuando te conviertes en su amiga, pues es la manera de “alentarlas hacia el bien y ayudarlas a que ellas lo escojan libremente”, explica María García.

Lucía, de Monterrey sintetiza la importancia de la labor de las instructoras de los clubes juveniles en una sencilla frase: “Queremos dejar nuestro granito de arena educando a las niñas porque son el futuro de México.