Historias mexicanas de la beatificación: “Todos estamos llamados a la santidad”

A poco más de un mes de la beatificación, Patricia Santana hace un recuento de los momentos que dejaron huella en su memoria, y destaca las cualidades que admira del beato Álvaro.

Tuve la oportunidad de asistir por primera vez a una beatificación, y que alegría que fue la de don Álvaro. Realmente es una gran experiencia. No me imaginaba todas las emociones que se viven en esa ceremonia, donde se reciben tantas gracias. Lo más impactante para mí fue el darme cuenta que todos estamos llamados a la santidad, independientemente de nuestra profesión o vocación. Además, fue asombroso ver la universalidad de la Iglesia. Todos los presentes fuimos con el fin de agradecer la intercesión de don Álvaro en nuestra vida. Es ahí donde me pude percatar a cuántos lugares ha llegado el mensaje de san Josemaría, que don Álvaro, como su fiel sucesor, llevo alrededor del mundo.

El beato Álvaro es un gran ejemplo de entrega, servicio y amor por la Obra; y esto me hizo pensar en todo el trabajo que hay por hacer, primero con las personas que están cerca de nosotros.

Como recordó el papa Francisco, en la carta que escribió con motivo de la beatificación, agradecer continuamente a Dios todo lo recibido, pedir perdón por nuestras faltas y que nos ayude cada día más en nuestro diario caminar, son palabras que si las tenemos presentes continuamente, podrán ayudarnos a crecer en la presencia de Dios. Doy gracias a Dios por haberme permitido estar en la beatificación de un gran siervo.