Se ve, se siente, el Papa está presente

Habitantes de la Ciudad de México acompañaron desde las calles a Francisco en su recorrido al municipio de Ecatepec. Presentamos una breve narración de las emociones que se vivieron en la capital de México.

Eran las 9 de la mañana y los lados de avenida Patriotismo estaban llenos de gente con celulares en mano, banderas y carteles para darle la bienvenida al Papa Francisco.

La gente, emocionada, cantaba: “se ve, se siente, el Papa está presente”. Otros de los espectadores simplemente quedaron paralizados por la sonrisa y paz que emana Francisco. Entre aplausos y alabanzas, la gente le pidió su bendición. La recibieron.

A mi lado estaba una pareja que vino del norte del Estado de México; platicamos sobre la extraña sensación que aparece al ver al Papa: "es parecido a tirar una piedra en el agua: las ondas que se expanden son paz. En otros casos no sabemos cómo expresar ese sentimiento y lloramos o nos abrazamos. Quiero creer que ese sentimiento es fruto del tiempo que pasa orando, y su devoción a la fe católica, y que por esa razón cuando lo vemos nos sentimos así".

No es sorpresa la calidez de los mexicanos al darle la bievenida al Pontífice. La vimos durante las visitas de Juan Pablo II y Benedicto XVI.

La gente habla de Francisco y de su bondad, y recalcan la sonrisa que en estos últimos días nos ha tocado ver. A mi costado, una señora comentó que a pesar de su edad y su cansancio “nunca nos deja de sonreír, y aunque sea un minuto que lo podamos ver, vale toda la pena.”

La fe se expresa en diferentes maneras, y en este caso la fe se ve reflejada en las personas que se tomaron un momento de su día para ser parte del evento.