Estamos seguras que san Josemaría y el beato Álvaro estarían muy felices de ver la magnitud de este proyecto con el que ambos soñaron y que ninguno pudo ver aquí en la tierra. Saxum se ha convertido en el motor de ideas, en el descubridor de talentos que jamás hubiéramos imaginado tener, en promotor de unidad y de trabajo y apostolado constante.
Así nos propusimos organizarnos y unir esfuerzos para apoyar la construcción de Saxum. Empezamos hace un año con la elaboración de helados. Los vendíamos con las amigas, para fiestas, reuniones y afuera de colegios. A veces, sin embargo, el clima se oponía a nuestra labor, así que pusimos manos a la obra para hacer otro tipo de cosas según la temporada: moños para el pelo, coronas de adviento, coronas navideñas de adorno para la puerta, conejos tejidos para el tiempo de Pascua, angelitos de trapo par el día de Reyes…
Sabemos que Saxum es un proyecto que tiene como objetivo acercar a miles de personas a Dios, pero estuvimos muy lejos de imaginar que nosotras seríamos las primeras beneficiarias. Con nuestro trabajo, no solo apoyamos el proyecto, sino también tuvimos la oportunidad de dar a conocer la labor del Opus Dei, de santificar nuestro trabajo y de hablar a muchas personas sobre Dios.
Aún falta mucho por hacer. Seguiremos trabajando.
Enlaces: