Ayer, 14 de septiembre, comenzaron las misas por el eterno descanso de las fieles del Opus Dei que fallecieron en un accidente automovilístico en Jalisco.

Los ataúdes con los restos mortales llegaron a la Iglesia de San Josemaría en la ciudad de Guadalajara cerca del mediodía. Debido a la numerosa asistencia, se decidió formar dos grupos: uno en la capilla de la planta baja y otro en la capilla de las criptas.

A partir de ese momento y durante el transcurso del día llegaron muchos familiares y conocidos, para acompañar y velar a las difuntas.

A las 19:30 hrs., se celebró una primera misa presidida por el P. Rodrigo Martínez Aceves, Vicario del Opus Dei en Guadalajara, y el P. Arellano, hermano de Cuca, una de las fallecidas.

A continuación, se sucedieron varias misas, repletas de gente, celebradas por otros sacerdotes que llegaron al lugar; entre otros, el P. Luis Ramos, procedente de la Ciudad de México, de la Comisión Regional de la Prelatura en nuestro país.

Muchos de los que llegaron al velatorio llevaron algo de comer o de beber para los familiares de las fallecidas que pasaron la noche allí. De modo espontáneo, algunos de los asistentes hicieron una cooperación para ayudar con los gastos funerarios.

Varios de los asistentes comentaron que en medio del dolor, les reconfortaba saber que estaban preparadas para el encuentro con Nuestro Señor pues, justo unas horas antes, habían podido ganar el jubileo del año santo de la Misericordia en la Basílica de San Juan de los Lagos.