¿Es cierto que el Opus Dei sólo trabaja con clases socioeconómicas altas y pudientes y que a los “pobrecitos” no los toman en cuenta? - Pues yo podría contar una pequeña anécdota que recuerdo en este momento. En una ocasión fui a la ciudad de Tijuana a dar un curso de retiro espiritual, y allí se encontraba un albañil del Opus Dei haciendo curso de retiro junto con un empresario que también asistía en esa ocasión. Cuando este hombre de empresa habló conmigo dentro de esta actividad, me hizo un comentario. Me dijo: “Estoy muy sorprendido porque esta persona me pidió hablar conmigo desde que llegué por aquí. Finalmente hemos hablado y me pregunta qué propósitos he sacado de este retiro. Me sorprendió que me hiciera a mí la pregunta, pero luego añadió que pertenecía al Opus Dei desde los años 50, en Culiacán, y creía tener suficiente formación para tocar el tema conmigo”. Dijo que le había hablado con tal convicción y sentido común, que le contó sus propósitos, que eran numerosos, porque era la primera vez que hacía un retiro. El albañil le dio una consejo muy práctico; le dijo: “Te vas a empachar con tantos propósitos, te recomiendo que empieces por estos tres puntos...”. Y dijo el empresario que le había llamado la atención lo acertado de aquel consejo, al punto de que habían acordado seguirse viendo periódicamente para irle ayudando -el albañil-, a acercarse a Dios a través de su vida ordinaria. Esto refleja que en el Opus Dei hay personas de ambientes muy variados. Yo tengo una experiencia personal que platicar. Un sacerdote me invitó a que lo acompañara a celebrar la Misa al reclusorio de Santa Marta, donde están los condenados, en Navidad, el 25. Llevó unas “roscas de Reyes” a los presos; para mí fue una experiencia muy fuerte. Recuerdo que cuando llegamos al penal de Santa Marta y nos tuvimos que inscribir para pasar lo que llaman “aduana”, había ahí dos sacerdotes. Les pregunté de qué congregación venían y me dijeron que del Opus Dei y que iban cotidianamente a la pastoral penitenciaria. Entonces... ¡Había dos sacerdotes del Opus Dei trabajando con los presos!, lo que es muy difícil.

Monseñor: ¿qué es ésto?, ¿en qué consiste la santificación en el trabajo, por el trabajo y para el trabajo? - Hace unos días me contaron que a un chofer de minibus aquí en México, que pertenece al Opus Dei, le hicieron la misma pregunta y él contestó: “Yo procuro santificar mi trabajo, primero, manejando lo mejor posible. Segundo, tratando de vivir la paciencia en esta actividad que exige mucha para atender a los que van subiendo con el problema del “cambio”. Pues me tengo que ejercitar y lucho por ser paciente, porque creo que es lo que me pide Dios. Y procuro mantenerme en contacto con Dios mientras conduzco: le ofrezco mi trabajo y procuro rezar por la gente que sube al autobús conforme lo va haciendo, para ayudarles a través de la oración".

En éso, así de sencillo, consiste santificar el trabajo o santificarse en el trabajo. ¿Es también éso... a través del trabajo dar un testimonio de lo que es el amor a Dios? - Evidentemente; el testimonio a través del ejemplo, de llevar una vida honesta, una vida cristiana con todas sus consecuencias, porque el ejemplo es lo que más pesa siempre ante los demás. ¿Qué es un numerario y un supernumerario? - Un numerario es un fiel del Opus Dei que tiene una vocación a la santidad igual que el supernumerario, pero en circunstancias distintas. El numerario incluye entre sus compromisos el celibato. En cambio, el supernumerario puede casarse o puede ya estar casado. Por lo tanto, aunque los dos buscan lo mismo, que es la santidad, y tienen la misma vocación que viene de Dios y que es para siempre, cada uno la concreta según sus propias circunstancias: uno en el matrimonio, el supernumerario; el numerario como célibe. ¿El Opus Dei es proselitista, Monseñor? Es decir, ¿el Opus Dei realiza una tarea de buscar adeptos, de ganarse miembros? - El Opus Dei lo primero que hace es dar a sus fieles, a las personas que pertenecen al Opus Dei, formación para que vivan a fondo la Fe Cristiana. Quien recibe esa formación, de un modo natural transmite éso a quienes lo rodean. Eso es el apostolado.

Por ejemplo, hay una señora en San Juan de los Jarros, un pueblo cercano a Atlacomulco, que es mazahua y que también pertenece al Opus Dei, cuya tarea apostólica con sus amigas consiste en traducirles el Catecismo de la Iglesia al mazahua; se lo traduce y de esa forma procura que, lo que ella vive, lo vivan también sus amigas.

Ciertamente el Opus Dei, dentro de esa gente que forma y a través de los que se acercan a la Obra, también recibe las vocaciones; aunque las vocaciones vienen de Dios. Pero indudablemente son consecuencia de un instrumento que de parte de Dios hace esa labor, que son las personas que ya pertenecen a la Obra. ¿Y qué nos puede decir, o cómo explicar, o cómo justificar, que un organismo de la Iglesia, en este caso la Prelatura Personal, tenga universidades, preparatorias, escuelas en México, como el IPADE; que es reconocido como uno de los mejores en maestrías y doctorados; la Universidad Panamericana, el colegio Cedros; en España la Universidad de Navarra? - El Opus Dei no tiene como finalidad directa o inmediata la promoción de instituciones educativas. Lo que el Opus Dei hace como primera finalidad es formar personas. Y las personas que se forman, es decir que se acercan a Dios, reciben una conciencia de ser mejores ciudadanos, mejores profesionales. Con todo eso que reciben, se preocupan por hacer algo por los demás. Esas iniciativas, que pueden ser de carácter educativo, de carácter social, son consecuencia de la formación que se lleva dentro.

Por tanto, lo normal es que esas iniciativas se organicen por personas que tienen la preocupación de servir a los demás. El Opus Dei interviene en ellas proporcionando la parte formativa, la parte espiritual, la orientación doctrinal, para garantizar que las enseñanzas y la formación coincidan con la enseñanza del Magisterio de la Iglesia.

Pongo un ejemplo concreto: Hace unos años, dos empresarios de Aguascalientes fueron a verme a Guadalajara -yo en ese tiempo estaba al frente de la delegación del Opus Dei en esa zona del país- y me plantearon que querían hacer una universidad, pero querían que el Opus Dei les proporcionara la parte formativa. Como en ese momento la tarea del Opus Dei estaba muy poco desarrollada en Aguascalientes, no podíamos aceptar una oferta de ese estilo. Yo procuré insistirles en que no era el momento, pero ellos venían preparados para argumentar. Después de un rato de discusión amable, me dijo uno de ellos: “Ya entendí lo que usted está haciendo. El Fundador del Opus Dei decía que el Opus Dei había salido adelante a base de saltar obstáculos, y usted lo que está haciendo es ponernos los obstáculos para que nos los saltemos. Por lo tanto vamos a empezar”. Y empezaron la Universidad de Bonaterra. Ahora, finalmente, hemos podido atender la parte espiritual, como se deseaba desde entonces. ¿Es cierto que tienen gran influencia política en España y en todo el mundo? - El Opus Dei, como tal, yo no diría que tiene influencia política porque sus finalidades son totalmente espirituales. Lo que busca es formar buenos cristianos. Luego cada quien, con esa formación, hace lo que quiere. Habrá un político que es de un partido, otro de otro partido, uno que se dedica a la enseñanza universitaria, etc.

De manera que si alguien puede tener influencia política, es a título individual; no el Opus Dei como tal, porque no forma una orientación política ni la puede formar. Una última, el Ángel de la Guarda... - El Opus Dei nació el 2 de octubre, que es el día de los Ángeles de la Guarda, y san Josemaría tuvo siempre una enorme devoción al Ángel de la Guarda, y tiene muchas alusiones y consejos referentes a que contemos con el Ángel de la Guarda para nuestra vida personal y para ayudar a la gente.