¡Listas para ver a Francisco!

Alina Mosqueira y Arlette de Anda viven en Aguascalientes, pero viajarán a la Ciudad de México y a Ecatepec para poder ver a Francisco. En este artículo cuentan cómo se preparan para la visita del Papa y, al mismo tiempo, para vivir mejor el Año de la Misericordia.

Arlette:

Desde que me enteré que el Papa Francisco venía a México comenzó a surgir y resurgir en mi mente y en mi corazón la idea de estar presente en su llegada a mi país y demostrar mi amor al Vicario de Cristo, por lo que decidí viajar a la Ciudad de México y a Ecatepec.

Me emociona mucho que el Papa venga a México porque su visita es una gran oportunidad para tratar de vivir sus enseñanzas. Para poder recibir mejor el mensaje del Papa en mi corazón, me he dedicado a practicar en la medida de lo posible las obras de Misericordia, tanto las corporales como las espirituales. San Josemaría decía que los enfermos eran el mayor tesoro del Opus Dei, así que haciendo mía esa idea he dedicado tiempo y amor a la convivencia con las personas que padecen algún tipo de enfermedad.

Francisco ha dedicado mucho tiempo a estar en comunión con el Espíritu Santo, que le ha hecho saber de distintas maneras el amor y la misericordia que Dios tiene para cada uno de sus hijos. Considero el Papa traerá consigo fe, esperanza y caridad, y que nos dará la gran oportunidad de palpar la existencia de Dios con sus enseñanzas y sabiduría. Estoy segura de que su visita dejará en México muchos frutos espirituales.

Alina:

En los últimos días, en México, hemos escuchado mensajes alegres y acogedores dirigidos al Papa. Los medios de comunicación han reportado sobre las actividades e itinerarios de Francisco para que los fieles podamos dirigirnos a verlo y a escucharlo. Es impresionante todo lo que ya se tiene preparado para su llegada: numerosos eventos llenos de espectacularidad y folclor mexicanos, repletos de cultura alegre y ferviente fe.

Pero también debemos prepararnos para vivir esta visita no solamente por fuera, sino también por dentro. Es necesario estar abiertos para escuchar la voz de Jesús y listos para recibir el mensaje que el Papa traerá a México. Creo que vivir el sacramento de la reconciliación es fundamental porque nos acerca al perdón y nos ayuda a reconocer nuestras debilidades para crecer en humildad; también nos permite salir de nosotros mismos, encontrar la paz y escuchar claramente la voz de Jesús. Puedo decir que me causa mucho entusiasmo poder contar con la facilidad de recurrir a la confesión en los centros del Opus Dei.

Alina (derecha) y Montse

El Jubileo de la Misericordia que anunció el Papa Francisco me hace desear fuertemente el dar a conocer más a Cristo. Para vivir bien este año y la visita, otras jóvenes y yo estamos llevando un check list de las obras de misericordia espirituales y corporales. Todo esto nos ha ayudado a prepararnos y nos impulsa a seguir luchando todos los días para ser mejores. Puedo decir que a mí me ha generado un gozo que no se pueden esconder.

Para preparar la visita también decidimos investigar un poco más sobre el Papa, ahondar en su vida y descubrir cómo respondió a la voz de Dios y cómo lo enamoró su palabra. Pienso que esto también fortalece mi fe y la hace más grande. Una vida como la de Francisco invita a buscar más a Dios, a enamorarse más y a darse cuenta que es posible ser santos; me hace saber que Jesús me ve y sonríe cuando le busco, que mis errores los perdona con su misericordia y que jamás dejará de mirarme.