Como parte del aprovechamiento de las vacaciones de verano, un grupo de estudiantes de bachillerato de la ciudad de Puebla viajó a Santa María Cohetzala, un municipio de la sierra poblana, para participar en actividades de apoyo a familias indígenas de algunas comunidades dependientes de ese municipio.
Esta no es la primera ocasión que estos muchachos visitan Pilcaya. Desde hace algunos años, estos jóvenes y sus amigos -que participan de las actividades de formación del Centro Cultural Astilleros, un centro del Opus Dei de la ciudad de Puebla-, aprovechan algunos días de sus vacaciones para dar continuidad a ese proyecto.
El año pasado se trabajó en el salón parroquial de Santa María Cohetzala: limpieza, instalación eléctrica y pintura. Actualmente se están consiguiendo donativos para reconstruir una parte del techo de dicho salón, que con el paso del tiempo ha sufrido desperfectos significativos.
Este verano, la labor consistió en levantar -a petición del párroco de la zona- un censo que ayude al párroco a conocer mejor la situación de sus feligreses. Aprovechando el censo, los jóvenes decidieron incluir algunas preguntas para conocer mejor la realidad social de la comunidad y -en sintonía con el TEC de Monterrey campus Puebla-, proponer algunos proyectos laborales para favorecer a las comunidades. También se tuvieron algunas clases doctrinales con las personas de la comunidad. El censo y las clases se llevaron a cabo en las comunidades de Santa María, Santa Mónica y Senteocala.
Además, se aprovechó esta ocasión para colocar algunas cortinas en la casa parroquial y proyectar el arreglo del reloj de la fachada de la parroquia.
Con el paso del tiempo, cada vez van siendo más conocidos entre los habitantes de las comunidades. Uno de los participantes comentaba con alegría cómo, a través de las distintas ediciones de estas semanas de trabajo, se va notando el progreso material y espiritual de las comunidades.
